1: Precalentienta el horno a 350°F. En una bandeja o charola de 15 x 10 x 1 pulgada sin grasa, desenrolla la masa con la forma de un rectángulo grande (no estirar); presiona si tiene orificios y los bordes para que se fije. Pinta o aplica la masa con un pincel o brocha utilizando la cantidad equivalente a una cucharada de aceite y deja hasta 1 pulgada de los bordes sin aceite. Pincha la masa con un tenedor para evitar la formación de burbujas. Hornea durante 9 minutos.
2: Mientras tanto, en una sartén de 10 pulgadas, calienta 3 cucharaditas del aceite restante a fuego medio alto. Añade la cebolla y el ajo; cocina de 2 a 3 minutos, agitando con frecuencia hasta que la cebolla esté translúcida. Añade los tomates y presionarlos con la parte posterior de una cuchara.
3: Extiende la mezcla de tomate sobre la masa parcialmente cocinada y dejar una distancia de 1 pulgada hasta el borde sin tomate. Coloca las rodajas de los corazones de palmitos sobre la mezcla de tomate.
4: Hornea durante 2 minutos más. Antes de servir, espolvorear un poco de perejil por encima.